Redactado por: Aitor Aparicio González
El crecimiento de una pogona el primer año es muy rápido y pronto alcanzan un tamaño cercano al máximo.
Una pogona sana al andar se mantiene bien erguida sobre las 4 patas, con el abdomen elevado del suelo. Una Pogona que está nerviosa, irascible o agresiva no suele ser normal.
Los animales deshidratados presentan ojos hundidos, piel arrugada y mucosas secas.
En la palpación abdominal a veces se detecta la presencia de cuerpos grasos de gran tamaño. Se debe prestar atención a los surcos perioculares y la papada, donde suelen encontrarse parásitos externos (ácaros).
La enfermedad renal provoca cambios de color, aparte de abatimiento y dolor a la palpación.
Es muy frecuente observar protozoos en las heces, normalmente coccidios del género Isospora. Deben realizarse controles periódicos y desparasitaciones rutinarias dirigidas a controlar el equilibrio con el hospedador.