• Métodos de eutanasia para reptiles y anfibios

    Continuación del artículo sobre los métodos de eutanasia utilizados en reptiles y anfibios.

    Reptiles


    Debido a que los reptiles son poiquilotermos (de sangre fría) y por ello acostumbrados a las fluctuaciones de su temperatura corporal, su sistema nervioso central (SNC) es menos sensible a un descenso en la tensión de oxígeno. Incluso cuando se interrumpe el riego sanguíneo a los nervios craneales y al cerebro después de la decapitación, estos animales son capaces de responder a estímulos durante algún tiempo. Aunque la decapitación, por sí sola, no produce inconsciencia rápida en las cabezas separadas de los reptiles (Warwick 1990), la rápida destrucción del cerebro elimina realmente las respuestas que habitualmente se cree que indican consciencia. Sin embargo, hay un conjunto de respuestas somáticas a los estímulos que se mantienen intactas -movimientos corporales mantenidos mucho tiempo, retirada de las extremidades como respuesta a estímulos de presión aplicados en los dedos, etc., así como un latido cardiaco que sigue en muchos casos durante horas después de la destrucción del cerebro. Esta continuación de la actividad somática se atribuye a:

    (1) tolerancia prolongada a la hipoxia y a las condiciones de hipotensión de la médula espinal, nervios periféricos y musculatura (lisa, cardiaca y esquelética) y
    (2) un grado de integración mucho mayor de las respuestas somáticas a nivel de la médula espinal en lugar de en el cerebro. (UFAW/WSPA 1989).

    Antes de llevar a cabo la eutanasia es importante utilizar buenas técnicas de inmovilización para asegurar el mínimo estrés. Deben tomarse precauciones especiales cuando se manipulen especies venenosas, como muchos tipos de serpientes, especialmente cuando no están habituadas a ser manipuladas. Para asegurar una inmovilización firme pero no traumática en la manipulación de lagartos y serpientes resulta muy útil utilizar instrumentos almohadillados. El enfriamiento hasta 3-4 °C reducirá los procesos metabólicos y locomotores en la mayoría de los reptiles (esta temperatura puede matar algunas especies tropicales), facilitando de este modo la manipulación previa a la eutanasia. Sin embargo, hay que tener presente que el enfriamiento no reduce la capacidad de sentir dolor. En tortugas terrestres, de mar y de agua dulce, la retracción de la cabeza y la protección del caparazón pueden dificultar la eutanasia. Para ayudar a exponer la cabeza se pueden colocar las tortugas de tierra en agua tibia poco profunda; las especies marinas grandes se pueden colocar sobre un armazón inclinado 45° con la cabeza arriba, induciendo la extensión del cuello; las especies de caparazón blando se pueden poner sobre su espalda para inducir la extensión del cuello. Para facilitar la manipulación de las especies acuáticas se pueden utilizar guantes de textura rugosa pero no abrasiva.

    En la inmovilización de cocodrilos el factor clave para la seguridad del técnico, es la inmovilización de las mandíbulas y la cola, que sólo debe ser realizada por expertos (UFAW/WSPA 1989).

    Reconocimiento y confirmación de la muerte
    Dado que es difícil determinar en los reptiles cuando están inconscientes o muertos, se recomienda confirmar la muerte por destrucción del cerebro. Frecuentemente, pero no siempre, la falta de reflejo palpebral o de respuesta en la membrana nictitante, excepto en las serpientes que no poseen párpados móviles, implica la falta de consciencia. El rigor mortis y la ausencia prolongada de latido cardiaco y/o circulación son indicadores fiables de la muerte.

    Embriones
    En el caso de los reptiles hay que considerar dos estadios diferentes: los huevos y los individuos de eclosión reciente. A efectos prácticos, a los reptiles recientemente eclosionados se les puede tratar igual que a los adultos. Como los reptiles nacen como individuos totalmente desarrollados (con la excepción de no ser capaces de reproducirse), el sacrificio de embriones en estadío de huevo se debe realizar de un modo humanitario teniendo en cuenta su potencial desarrollo avanzado. En general los huevos pueden sucumbir a altas y bajas temperaturas, pero algunos pueden resistir la congelación. No se consideran aceptables la hipotermia ni la hipertermia por que no se puede garantizar una muerte humanitaria. El ahogamiento no se considera humanitario ya que produce la muerte por anoxia de un modo lento. Los huevos sin embrión se pueden congelar.

    Los métodos recomendados incluyen la rotura del huevo y el sacrificio de los embriones por inyección de pentobarbital sódico, sobredosis anestésica o utilizando un método físico apropiado para destruir el cerebro, el huevo o la forma de vida temprana.

    Adultos
    Como la clase Reptilia es variada, es mejor considerar tres grupos principales: las serpientes y lagartos (Squamata); tortugas de tierra, marinas y de agua dulce (Testudines); y cocodrilos y caimanes (Crocodilia). Los reptiles de mayor tamaño pueden necesitar ser sedados antes de ser sacrificados. En la Sección 2 se pueden obtener detalles adicionales sobre los métodos.

    Métodos físicos
    Bala cautiva Este método puede utilizarse en condiciones de laboratorio con relativa seguridad. Se considera un método aceptable para grandes reptiles pero sólo debe ser llevado a cabo por expertos que conozcan exactamente donde situar la pistola. Hay que asegurar cuidadosamente el buen mantenimiento de la pistola, así como que su calibre y la longitud del cartucho utilizado sean adecuados para las especies que se deban sacrificar. Para asegurar el sacrificio humanitario es necesaria una buena inmovilización. Si la bala atraviesa el cerebro, matará al reptil, de otro modo puede aturdirlo solamente. Se debe asegurar la muerte por destrucción del cerebro.

    Concusión Los reptiles pequeños y aquellos con estructuras óseas finas, como algunas serpientes y lagartos, se pueden dejar inconscientes mediante un golpe aturdidor. Esto implica golpear la parte trasera de la cabeza del animal con un instrumento u objeto duro, ya sea para sacrificar al animal directamente o para dejarlo inconsciente. Lo ideal es dar un golpe con una fuerza tal que produzca el cese de la actividad cerebral. Sólo deben realizar esta técnica las personas entrenadas y experimentadas en la manipulación y sacrificio de reptiles. La concusión debe estar siempre seguida de la destrucción del cerebro.

    Disparo (Shooting) Es un método eficaz para el sacrificio de la mayoría de los reptiles grandes, produciendo una destrucción del cerebro rápida y considerable. Se requiere una gran pericia con el fin de alcanzar el cerebro a través de la doble envoltura que poseen muchos reptiles. Este método puede, además, resultar peligroso para el técnico
    y por ello sólo se realizará en condiciones de campo. Para animales grandes, como es el caso de los cocodrilos adultos, se requiere un rifle de gran calibre o una escopeta de caza de calibre adecuado. Es necesario asegurar que el animal no mueva su cabeza antes de disparar. Los animales del grupo testudines deben tener su cabeza expuesta e inmovilizada para colocar el arma con precisión.

    Métodos químicos
    Pentobarbital sódico El pentobarbital sódico es un método efectivo y humanitario para la eutanasia de los reptiles. La vía intravenosa puede ser utilizada por personal bien entrenado. Cuando la vía intravenosa sea difícil se puede utilizar la vía intraperitoneal, pero actúa más despacio. No se inyectará por vía intracardiaca o intrapulmonar ya que están consideradas dolorosas e irritantes.

    Métodos aceptables para reptiles inconscientes
    Inserción de aguja (Pithing) Sólo se puede llevar a cabo con animales inconscientes y por personal experimentado.

    Decapitación Sólo se puede utilizar si el reptil ha quedado inconsciente por otros métodos, como la concusión, ya que se han registrado largos periodos de consciencia post-decapitación (Warwick 1990).

    Métodos no aceptables para la eutanasia de reptiles
    Sección de la médula espinal Debido a la capacidad de los reptiles para resistir la anoxia y la hipoxemia cerebral, la sección de la médula espinal no es un método aceptable de eutanasia. Se ha visto que los cocodrilos pueden permanecer conscientes hasta 1 h 50 minutos después de la sección de la médula espinal y otros reptiles pueden permanecer conscientes durante periodos de tiempo parecidos.

    Hipotermia Esta dejará al animal entumecido pero no elevará el umbral del dolor. La formación de cristales de hielo dentro de los tejidos corporales es probable que sea extremadamente dolorosa. La hipotermia no es un método aceptable de eutanasia.

    Hipertermia No se considera aceptable ya que no se conoce el tiempo que se tarda en llegar a la inconsciencia. No debe utilizarse nunca agua hirviendo para sacrificar reptiles.


    Exanguinación No se considera humanitaria debido a la tolerancia de los animales a la hipoxia.

    Cloroformo Se ha utilizado para el sacrificio de tortugas inyectándolo en la cavidad peritoneal, aparentemente sin efectos indeseables. Se consideran más aceptables otros métodos debido al trauma potencial en el animal inyectado y al peligro para el técnico. El cloroformo es hepatotóxico y carcinogénico para el técnico.

    Tricaína metano sulfonato (MS-222) Se ha utilizado inyectándolo por vía intramuscular en serpientes y caimanes. Existe poca información sobre lo humanitario de este método y por ello no se considera aceptable.
    Los reptiles son capaces de aguantar la respiración durante un periodo de tiempo relativamente largo y por ello los métodos inhalatorios como el éter, halotano, enflurano, isoflurano y metoxiflurano no pueden ser considerados factibles ni humanitarios debido a su lenta inducción. Otros agentes que no se deben utilizar para el sacrificio de reptiles incluyen el CO2, agentes bloqueantes neuromusculares, clorhidrato de ketamina (la inducción es demasiado lenta), hidrato de cloral y procaína.

    Anfibios


    Hay muchas especies de anfibios, lo que dificulta generalizar sobre métodos de eutanasia. Se presenta un resumen en la tabla 3. Su piel es fina y está protegida por una cutícula que contiene numerosas glándulas mucosas. La consecuencia de esto es que son generalmente más sensibles a las agresiones físicas y químicas que otros vertebrados. Debido a que los anfibios son poiquilotermos (de sangre fría) y por ello acostumbrados a las fluctuaciones de su temperatura corporal, su sistema nervioso central (SNC) es menos sensible a la hipoxia y a la anoxia. Incluso cuando se interrumpe el riego sanguíneo a los nervios craneales y al cerebro, estos animales
    son capaces de responder a estímulos durante algún tiempo. Aunque la decapitación, por sí sola, no produce inconsciencia rápida en las cabezas separadas de los anfibios, la rápida destrucción del cerebro elimina realmente las respuestas que habitualmente se entiende que indican consciencia. Sin embargo, hay un conjunto de respuestas somáticas a los estímulos que se mantienen intactas -movimientos corporales mantenidos mucho tiempo, retirada de las extremidades como respuesta a estímulos de presión aplicados en los dedos, etc., así como un latido cardiaco que sigue en muchos casos durante horas después de la destrucción del cerebro. Esta continuación de la actividad somática se atribuye a:

    (1) tolerancia prolongada a la hipoxia y a las condiciones de hipotensión de la médula espinal, nervios periféricos y musculatura (lisa, cardiaca y esquelética) y
    (2) un grado de integración mucho mayor de las respuestas somáticas a nivel de la médula espinal en lugar de en el cerebro. (UFAW/WSPA 1989)

    Reconocimiento y confirmación de la muerte
    Se puede reconocer la muerte por el cese del latido cardiaco y de la respiración y, cuando esto no sea obvio, se puede confirmar por destrucción del cerebro.

    Larvas
    Los renacuajos y los tritones se pueden sacrificar eficazmente colocándolos en un plato de agua con MS-222 o benzocaína (disuelta en acetona). Estos producen anestesia rápida, y a continuación la muerte.

    Adultos
    Se pueden encontrar detalles adicionales sobre los métodos en la Sección 2.
    Cuando se manipulen estas especies, es importante conseguir una sujeción firme, por ejemplo llevando guantes de textura rugosa pero no abrasivos o sujetándolos en un paño áspero. Bajar la temperatura hasta 3-4 °C reducirá los procesos metabólicos y locomotores, facilitando de ese modo la manipulación previa a la eutanasia. Sin embargo, hay que tener presente que el enfriar no reduce la capacidad de sentir dolor (UFAW/WSPA, 1989).

    Métodos físicos
    Concusión Este método, si es llevado a cabo por una persona que esté bien entrenada en esta técnica, es un modo eficaz y humanitario de aturdir a todos los anfibios. Hay que sujetar las patas traseras y golpear la superficie dorsal de la cabeza contra un objeto duro, macizo. A modo de alternativa, se puede golpear la superficie dorsal de la cabeza con un instrumento adecuado. Es esencial la precisión para asegurar una inconsciencia y muerte inmediatas. Después de la concusión hay que asegurar la muerte destruyendo el cerebro.

    Microondas Es un método de eutanasia extremadamente rápido pero sólo debe llevarse a cabo por personal experimentado que conozca exactamente donde deben dirigir el haz de calor. Sólo se pueden utilizar aparatos especiales, diseñados con este propósito. Bajo ninguna circunstancia se utilizarán aparatos microondas para el hogar. No se considera un método rutinario de eutanasia.

    Aturdimiento eléctrico Las ranas insensibilizadas por medios eléctricos pueden recuperarse después de 10 minutos, pero si a continuación se destruye inmediatamente el cerebro, se puede considerar como un método aceptable de eutanasia.

    Métodos químicos
    Las sustancias se administran mejor disolviéndolas en el agua donde estén los anfibios. Esto reduce el estrés que producen la manipulación y la inyección.

    Tricaína metano sulfonato (MS-222 tamponado) Éste es un método rápido, no irritante y humanitario para el sacrificio de anfibios, cuando se disuelve en el agua en la que están. Se recomienda neutralizar la solución con bicarbonato para reducir el efecto irritante sobre la piel sensible de los anfibios.

    Benzocaína Disuelta en el agua en la que estén los anfibios la benzocaína es una sustancia eficaz, actuando rápida y humanitariamente sobre el SNC. Como la benzocaína no es soluble en agua, hay que disolverla primero en acetona. Hay que neutralizar la solución para evitar la irritación, dado que la benzocaína reduce el pH.

    Pentobarbital sódico Cuando se inyecta esta sustancia por vías intravenosa o intraperitoneal actúa rápidamente sobre el SNC, dejando al animal inconsciente sin apenas producirle angustia. Sin embargo, sólo debe llevarlo a cabo personal experimentado que asegure la inyección en el lugar correcto y una mínima manipulación.

    T-61 Inyectado por vía intravenosa, o en el saco linfático dorsal en el caso de las ranas, esta sustancia es eficaz y humanitaria para la eutanasia de anfibios.

    Métodos aceptables para anfibios inconscientes

    Inserción de aguja (Pithing) Asegura la rápida destrucción del cerebro, lo que produce una inconsciencia inmediata. Este es un método rápido y humanitario para el sacrificio de anfibios si es llevado a cabo por técnicos bien entrenados y con experiencia. Este método debe realizarse solamente con animales inconscientes. En algunas especies es difícil curvar la cabeza hacia delante para exponer el espacio atlanto-occipital por lo que en estos casos son preferibles otros métodos.

    Decapitación Es aceptable solamente en anfibios insensibles ya que no se conoce el tiempo que tardan en quedar inconscientes debido a que su sistema nervioso es muy tolerante a la anoxia.

    Métodos no aceptables para la eutanasia de anfibios
    Hipotermia Ésta dejara al animal aletargado pero no reduce el dolor. La congelación no es aceptable, debido a que la formación de cristales dentro de los tejidos corporales es probable que sea extremadamente dolorosa. La congelación puede utilizarse solamente como método para confirmar la muerte después de haber utilizado otro método de eutanasia.

    Hipertermia Como método de eutanasia no se debe arrojar a los anfibios en agua caliente o hirviendo ya que es extremadamente doloroso e inhumano.
    Exanguinación Junto con el shock hipovolémico y la anoxia consiguientes, puede no dejar a los anfibios inconscientes inmediatamente, lo que hace que no sea un método aceptable de eutanasia.

    Estrangulamiento Se considera inhumana y no es aceptable para el sacrificio de anfibios.

    Dióxido de carbono Puede causar irritación en la piel, y la inducción requiere demasiado tiempo, por lo que no se considera un método aceptable de eutanasia.

    Éter Es irritante para las membranas mucosas y debido a que es peligroso para el técnico, no debe ser utilizado para el sacrificio de anfibios.

    Cloroformo Es hepatotóxico y carcinogénico y dado el riesgo que comporta para el personal no debe utilizarse para eutanasia.

    Anestésicos inhalatorios volátiles No se consideran aceptables ya que actúan lentamente y pueden irritar la piel.




    Los siguientes métodos sólo pueden utilizarse con anfibios inconscientes: inserción de aguja y decapitación
    Los siguientes métodos no hay que usarlos para sacrificio de anfibios: hipotermia, hipertermia, exanguinación, estrangulación, dióxido de carbono, éter dietílico, cloroformo, anestésicos inhalatorios volátiles, hidrato de cloral, clorhidrato de ketamina, clorbutanol, metil pentinol, 2-fenoxietanol, alcohol amílico terciario, tribromoetanol y uretano




    Otros agentes no considerados aceptables incluyen:
    hidrato de cloral, clorhidrato de ketamina, clorbutanol, metilpentinol, 2-fenoxietanol, alcohol amílico terciario, tribromoetanol y uretano.