• Endoscopia en tortugas

    Autor: Andrés Montesinos
    Centro Veterinario los Sauces

    La cría en cautividad de quelonios ha llegado a ser más popular en los últimos años debido a la prohibición de la captura de ejemplares salvajes y a los esfuerzos para conservación de especies en peligro de extinción (conservación ex situ). Además el mantenimiento de reptiles como mascota tiene su mayor representación entre el grupo de las tortugas. Estas razones hacen que el interés por los métodos de diagnóstico por imagen se haya desarrollado de forma muy notable, especialmente la endoscopia.
    Los procedimientos endoscópicos en tortugas pueden dividirse en procedimientos por sistemas orgánicos o según el acceso a través de orificios naturales o realizándose un abordaje directo a la cavidad celómica. En la mayoría de los procedimientos debe usarse anestesia general o sedación profunda, además de cobertura analgésica, cuya revisión no son objeto de esta ponencia. Los procedimientos diagnósticos son muy parecidos a los de otros animales domésticos pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los reptiles que se atienden en las clínicas veterinarias no pesan más de 2 Kg, motivo que requiere un uso delicado de las ópticas con control con una mano de la punta y con la otra del cabezal de la cámara.

    Traqueoscopia y pulmonoscopia


    Dependiendo del tamaño del animal, se pueden usar ópticas de 2,7 mm, 1,9 mm o de 1 mm para visualizar la glotis y la tráquea de la mayoría de los quelonios. La posición puede variar entre decúbito esternal o supino. En tortugas el avance de la óptica por la tráquea es difícil por lo estrecha que es en relación al peso y porque se divide en los bronquios primarios al comienzo del cuello. Se pueden usar broncoscopios flexibles en especies muy grandes (>50Kg) pero para la mayoría de los especímenes pequeños se han desarrollado dos técnicas para visualizar el pulmón. La primera requiere la osteotomía de unos 4 mm de diámetro en el caparazón sobre el punto en que se sospecha que existe una lesión, señalado por otras técnicas de imagen como la radiografía. La membrana pleuropulmonar se perfora con un trocar o un hemostato tras insuflar el pulmón a la máxima inspiración. Entonces se puede introducir la óptica con su vaina. El punto de osteotomía se puede cerrar con resina epoxi o colocarse un catéter para terapia intrapulmonar. El segundo método requiere un abordaje prefemoral al pulmón. Se realiza una incisión de 1-2 cm en la fosa prefemoral y se entra en cavidad celómica identificando el aspecto ventrocaudal del pulmón. Tras producirse una inspiración forzada, se colocan suturas de sujeción en el borde caudoventral del pulmón y se exterioriza fuera de la cavidad celómica. Tras realizar una pequeña incisión en una zona avascular del pulmón, se introduce la óptica con su vaina. Se realiza el examen del pulmón de caudal a craneal y es posible por este abordaje llegar retrospectivamente hasta los bronquios primarios. El pulmón debe suturarse a la salida para evitar un pneumoceloma.

    Estomatoscopia y gastroscopia


    Se puede realizar en decúbito esternal o dorsal pero requiere que el reptil se encuentre con el cuello estirado, siendo preferible colocar a la tortuga cerca del borde de la mesa o sobre una superficie. El sistema de cámara y óptica con la vaina se puede introducir en la cavidad oral para explorara la boca, coana y esófago, pudiéndose en la mayoría de los animales que se llevan a la clínica diaria el explorar el estomago con óptica rígida e insuflando aire o CO2 a través de la vaina de trabajo.

    Cloacoscopia


    Es un método no invasivo de exploración de la vejiga urinaria y del tracto reproductor, así como del tramo final del intestino. La posición del animal puede variar, o bien en decúbito esternal o supino, pero lo mejor es hacerla siempre de la misma forma. Pueden realizarse con ópticas rígidas y siempre con infusión de solución salina a través de la vaina de trabajo. Para exploración sin más maniobras puede hacerse con sedación pero si se va a entrara en oviducto o se va a tomar alguna muestra, es mejor anestesiar o sedar a las tortugas.

    Celioscopia


    Debido a que los reptiles carecen de diafragma, se prefiere el término celioscopia sobre laparoscopia. Como en otras especies, el desarrollo de equipos par pediatría ha permitido que se puedan realizar celioscopias con uno o varios puntos de entrada en animales mayores de 500g, dejando para los ejemplares más pequeños las celioscopias con una única entrada y óptica cubierta por vaina de trabajo. Los puntos de abordaje van a depender de las características de la especie, preferencias del cirujano y de los órganos a visualizar, pero en la mayoría de los quelonios se prefiere la fosa prefemoral. Aunque la estructura ósea del caparazón y plastrón previenen el colapso de la cavidad celómica, normalmente se puede usar dióxido de carbono para insuflar, con presiones entre 3-5 mmHg. En algunas situaciones es preferible usar solución salina atemperada en vez de gas, especialmente con reptiles muy pequeños, con neonatos o con animales acuáticos donde posteriormente se puede comprometer la flotabilidad.

    Con la tortuga sujeta en posición lateral, el abordaje más útil para la celioscopia es a través de la fosa prefemoral, izquierda para cirujanos diestros y derecha para los zurdos. Si no se busca una patología específica o un acceso específico, prevalece la preferencia del cirujano.
    La vejiga distendida, que es muy grande en las tortugas puede entorpecer la celioscopia por lo que se aconseja provocar su vaciado con baños o masajes de cloaca. El miembro pélvico se retrae y se sujeta con esparadrapo o venda en dirección caudal. Tras la preparación antiséptica, se realiza una pequeña incisión (2-4 mm) en el centro de la fosa prefemoral. El tejido subcutáneo y la grasa se diseccionan con un hemostato hasta la aponeurosis celómica (formada por las porciones tendinosas anchas del musculo transverso y oblicuo abdominal). La aponeurosis se penetra con el hemostatos o con la vaina y el obturador siempre en dirección craneal (requiere el uso de un poco de fuerza).

    El hígado, de color marrón rojizo oscuro, sirve como órgano de orientación. El corazón está craneoventral al hígado y parcialmente oscurecido por el pericardio, que en muchas especies es normal que contenga mucho líquido. El estomago aparece con una serosa rosada en el lado izquierdo y el páncreas aparece muy cercano al duodeno y es visible si se penetra desde el lado derecho. La vesícula biliar es muy evidente asociada al borde caudal del lóbulo hepático derecho. Para visualizar el bazo es necesario levantar el lóbulo derecho del hígado con la punta del endoscopio, y habiendo entrado por la fosa prefemoral derecha.

    La parte ventral de los pulmones se observa dorsalmente. El colon, gónadas, oviducto en las hembras, vejiga y riñones pueden visualizarse dorsal y a la derecha del punto de entrada. Los testículos (de color blanco, crema o marrón oscuro) se observan en los machos en el celoma caudodorsal, muy cercanos a los vasos deferentes, epidídimos y a los riñones que se encuentran retro celómicos, es decir, cubiertos por la membrana celómica en la cavidad pélvica. Es posible sexar por endoscopia tortugas tan pequeñas como de 10 gramos de peso.

    Referencias


    1. Divers SJ. Reptile diagnostic endoscopy and endosurgery. VCNA Exotic Animal 2010; 13: 217-242.
    2. Innis CJ. Endoscopy and endosurgery of chelonian reproductive tract. VCNA Exotic Animal 2010; 13: 243-254.
    3. Innis Ch, Hernandez-Divers SJ, Martinez-Jimenez D. Coeloscopic assisted prefemoral oophorectomy in chelonians. J Am Vet Med Assoc 2007; 230(7): 1049- 1052.
    4. Hernandez-Divers SJ, Stahl S, Farrell R. An endoscopic method for identifying sex of hatchling Chinese box turtles and comparison of general versus local anaesthesia for laparoscopy. . J Am Vet Med Assoc 2009; 234(6): 800-804.
    5. Hernandez-Divers SJ. Endoscopic renal evaluation and biopsy of Chelonian. Vet Rec 2004; 154(3):73–80.