En la mayoría de los casos el problema somos nosotros y nuestra impaciencia. No contamos con que el pobre animal llevaba todo el día en la feria bajo de temperatura, metido en un taper y curioseado por mil personas, despues lo llevamos casa, a un sitio nuevo y distinto de donde vivía antes, y que además se tiene que adaptar a una alimentación y unos habitos algo diferentes a lo que está acostumbrada.

Muchos cambios seguidos.

Tranquilidad. Es el mejor consejo que me dieron hace muuuuuuuchos años cuando compré mi primer reptil. Todo con pausa, colocas al recien llegado en su nuevo habitat, parámetros de temperatura e iluminación adecuados, algo de comida y, lo más importante, más tranquilidad. Si está sanote, en poco tiempo a disfrutar de nuestro nuevo camarada.

Me alegro mucho de que disfrutes de tu pogona.

Saludos.