Autor: Alex_Sevilla

Bueno, inicio este post con la idea de comentar el ciclo de enfriamiento en las boas y pitones como preparación para la temporada reproductora, la idea es marcar unas directrices generales que sean comunes para el conjunto de las boas y pitones, aunque luego puedan darse variaciones según la especie concreta de que se trate.

En principio, señalar que el ciclo de enfriamiento, más o menos largo y más o menos frio, sería una fase preparativa muy necesaria (aunque según otras opiniones, no estrictamente necesaria) para lograr con éxito la reproducción de nuestros ejemplares en la temporada siguiente, ya que estimulará la formación de células reproductoras en los ejemplares machos y hembras maduros, así como facilitará el inicio de los comportamientos de cortejo por parte de los machos y de la receptividad a éstos por parte de las hembras, bien durante el citado ciclo de enfriamiento, o bien al término de este, es decir, cuando se vuelvan a subir las temperaturas.

Sería interesante que aquellos de vosotros que crieis exitosamente a vuestros ejemplares, os molestarais en escribir vuestras ideas u opiniones, el objetivo sería contrastar técnicas que funcionen aunque no sean necesariamente coincidentes, y el de animar a intentarlo a aquellos compañeros que aun no hayan criado con éxito.

Paso a resumir mis principales consideraciones sobre este tema:

* Alimentación: para las especies que dejarán de comer durante el ciclo de enfriamiento, les ceso la alimentación a mitad de Octubre, de forma que durante las dos últimas semanas de Octubre, aun con temperaturas altas, puedan digerir bien y vaciar el intestino correctamente. En principio cesaría la alimentación para la generalidad de las especies, de hecho muchos ejemplares (particularmente los machos) ya dejarán de comer por sí mismos, aunque en concreto a mis Corallus hortulanus hembras las continúo alimentando, dado que no son demasiado propensas a acumular excesos de reservas de grasa, y además digieren muy bien a temperaturas más bajas, en comparación a otras boas y pitones. Una alternativa al cese total de la alimentación, por ejemplo si una hembra no tiene un estado óptimo de peso y queremos que acumule algo más de reservas, sería alimentarla con presas más pequeñas y con menor frecuencia de lo habitual, para asegurarnos que sean bien digeridas y no aparezcan problemas intestinales.

*Temperatura diurna: la temperatura promedio del terrario debería ser rebajada de forma gradual hasta unos 26ºC, a lo largo de unas dos semanas, de forma que se llegue a mitad de Noviembre a la temperatura diurna del ciclo de enfriamiento. Obviamente, esa temperatura es el promedio en el terrario, ya que situados debajo del elemento calefactor tendrán una zona más caliente, quizás entre 30 y 35ºC, aunque el período de calor diurno debería ir reduciéndose proporcionalmente al fotoperíodo (lo comentaré más adelante), ya que no sólo es importante que baje más la temperatura, sino que también el día se acorta, y por lo tanto el tiempo de asoleamiento también se acorta. Se mantendrá entonces esa baja temperatura diurna hasta finales de Enero, a partir de entonces , y de forma gradual durante dos semanas, se irá incrementando de nuevo hasta alcanzar los valores más elevados que se mantendrán durante el resto del año, con una temperatura promedio de 28 - 29ºC, durante un período de tiempo diario equivalente a las horas de luz diurnas.

*Temperatura nocturna: el procedimiento sería equivalente al descrito para la temperatura diurna, pero se pasará de unos 25ºC iniciales, a unos 20 - 22ºC durante el ciclo de enfriamiento, a la vez que el período de temperatura nocturna se irá incrementando paralelamente a como se incremente el número de horas de oscuridad.

*Fotoperíodo: este punto es de vital importancia, ya que nos permite simular en nuestros terrarios el cambio de la longitud de las horas de día:noche, propio del cambio de las estaciones. Si durante el conjunto del año mantenemos un fotoperíodo de 12 horas luz : 12 horas oscuridad, gradualmente durante las dos primeras semanas de Noviembre lo iremos reduciendo a 8:16 (esto afectará también a la relación temperatura diurna : temperatura nocturna), y así lo mantendremos hasta finales de Enero, entonces de forma gradual se modificará de nuevo, de forma que recuperaremos a mitad de Febrero los 12 : 12 iniciales.

*Separación / Unión de parejas reproductoras: sobre este tema hay opiniones variadas, y si bien es cierto que se puede tener una reproducción exitosa con parejas mantenidas juntas durante todo el año, en mi opinión el tener a los ejemplares separados excepto durante el ciclo reproductor presenta una serie de ventajas muy importantes. El tener a los ejemplares aislados durante el año nos permite un seguimiento individual mucho más eficaz, así como nos facilita enormemente la tarea de la alimentación, se evitan competencias por el alimento y quizás desgraciados accidentes, permitiéndonos conseguir hembras muy bien alimentadas, incluso con un ligero sobrepeso de cara a la reproducción próxima. Una vez cesada la alimentación, y cuando ya están totalmente establecidas las temperaturas del ciclo de enfriamiento, es el momento de juntar machos y hembras, quizás un buen momento es a finales de Noviembre / primeros de Diciembre. La estrategia de juntar los sexos puede tener distintas opciones, dependiendo del comportamiento reproductor de la especie y de nuestros objetivos y posibilidades en cuanto a su reproduccción. Se puede optar por la cría comunal, indicada para ciertas especies, juntando machos y hembras en un terrario mixto, aunque siempre deberá vigilarse por posibles casos de agresividad, particularmente entre ejemplares macho. Se puede optar por juntar dos o más machos, en presencia de alguna hembra, con el ánimo de que los machos compitan entre ellos por la hembra, debiendo vigilarse muy de cerca el proceso, y retirar rápidamente a uno de los machos, al que le asignaremos la función de perdedor, y dejando al macho ganador para que copule con la hembra. Por último, se pueden juntar parejas concretas de macho / hembra, de forma contínua durante todo el ciclo, o de forma alterna con algunos días de separación en medio, o incluso aprovechar esas alternancias para que un macho pueda cubrir a distintas hembras, o para usar más de un macho con la misma hembra y asegurar así su fecundación.
Dependiendo de las especies, las cópulas tenderán a producirse o bien durante el ciclo de enfriamiento (pueden ser muy numerosas a lo largo de Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero) o bien al término del período de enfriamiento, o sea, hacia el comienzo de las temperaturas primaverales, entre Febrero, Marzo, Abril y Mayo.

*Humedad ambiental: aunque este punto puede no resultar de aplicación para ciertas especies, en general para la mayoría de las boas y pitones, resulta de ayuda para estimular el comportamiento reproductor el incrementar la humedad ambiental por medio de pulverizaciones extra de agua durante los meses del ciclo de enfriamento, simulando el incremento de lluvias propio del invierno tropical (temporada de lluvias, prácticamente chaparrón diario). Si se hace coincidir una buena pulverización de agua a última hora de la tarde, o ya anochecido, se podrá observar un gran incremento de actividad dentro del terrario justo después de la lluvia, lo cual puede fácilmente conducir a cópulas nocturnas, que bien pueden mantenerse a lo largo de las horas del día siguiente.

*Cámara de puesta: obviamente esto afecta tan sólo a las pitones. Ya con la primavera, cuando han cesado las cópulas y no se aprecia interés entre los machos y las hembras, así como las hembras empiezan a estar voluminosas, más rígidas y durante gran parte del día en su punto de asoleamiento, será el momento de proporcionarle una cámara de puesta adecuada. La cámara de puesta debería estar disponible con tiempo suficiente para que la hembra se acostumbre a ella, la use con normalidad y no la evite por resultarle extraña. Servirá un tupper plástico de tamaño apropiado, con un agujero amplio en un lateral (se debe considerar el grosor extra que alcanzará la hembra gestante con sus huevos en el abdomen), y relleno de un sustrato amoldable y que retenga bien la humedad, sin exceso de agua ni encharcamientos, como por ejemplo el musgo o la viruta de madera. Con suerte, la cámara le gustará a la hembra, y conseguiremos una puesta bien realizada en su interior, evitando riesgos de huevos perdidos por el terrario, deshidratados por quedar depuestos sobre fuentes de calor, etc...