Una vez seccionado el intestino, se puede apreciar perfectamente la diferencia de color entre la comida que el pobre tenía compactada (de color verde), y la de color amarillo suministrada por mí.
También se puede apreciar, en la parte de ariba y fuera del animal, un trozo de color verde oscuro, del tamaño de una haba y dura como un garbanzo, que fue lo que provocó la muerte del animal. La comida de color verde, fue la última comida que tomó él solo, al verse atacado, se escondió, con lo que toda esta comida se solidificó en el intestino del animal ante la falta de calor, para realizar la digestión correctamente.