Tanto los reptiles como los anfibios son portadores de Salmonella, que habita normalmente en sus intestinos. La infección por esta bacteria es grave y puede llegar a ser fatal en niños pequeños y personas inmunosuprimidas.
La Salmonella es una bacteria que se encuentra en el tracto gastrointestinal de muchas especies animales, como los pollos, vacas y cerdos y sus subproductos pueden estar contaminados con ella (huevos, leche y carne). La forma de contagio más frecuente es por manipulación inacuada de estos alimentos. Las mascotas también pueden acarrearla, pero es mucho más común en reptiles y anfibios que en perros y gatos. Aproximadamente un 90% de los reptiles son portadores de Salmonella, en ellos es parte de la flora bacteriana normal y no presentan ningún síntoma de enfermedad.
Se han observado aumentos en la aparición de salmonelosis en niños acompañando las "modas" de tener reptiles como mascotas. En Estados Unidos se prohibió la comercialización de tortugas de menos de 10 cm, no porque tengan más Salmonella sino porque éstas son manipuladas más fácilmente por los niños pequeños, incluso llevadas a la boca. Esto redujo considerablemente la aparición de nuevos casos.
En las personas la Salmonella provoca una gastroenteritis que no reviste importancia en los adultos (náuseas, dolor abdominal y diarrea). Sin embargo los niños de menos de 5 años, los ancianos y las personas inmunosuprimidas por distintas causas son más propensos a desarrollar una afección grave, incluyendo complicaciones como la meningitis.
Si tienes un reptil en tu casa es importante que extremes las medidas de higiene para prevenir una infección. Dado el alto porcentaje de portadores, lo más seguro es asumir que todos los anfibios y reptiles pueden acarrear la bacteria, sin importar donde lo hayas adquirido ni los cuidados que le brindes. No es seguro tener este tipo de mascotas si convives con niños de menos de 5 años o adultos con su sistema inmunológico debilitado; demás este grupo debería evitar cualquier contato con estos animales.
Cada vez que toques a tu mascota o limpies sus instalaciones debes lavarte muy bien las manos con agua y jabón en el baño, no en la cocina. Asimismo no debes lavar ningún objeto relacionado con los reptiles en el lavabo de la cocina, pues allí se procesarán los alimentos para las personas y no querrás que este sitio quede contaminado. Cuando termines de asear el recinto del reptil desinfecta el lugar y los elementos que hayas utilizado con lejía.
Si dejas a tu mascota deambular por la casa es conveniente que no tanga acceso a la cocina. También es importante revisar que en las instalaciones de colegios, guarderías y otros sitios donde se cuiden niños pequeños no haya reptiles como mascotas. Si tienes niños edúcalos para que ellos sepan que no deben llevarse los dedos a la boca o comer sin antes lavarse muy bien las manos después de tocar a uno de estos animalitos.